El positivo triunfo en Rancagua dejó un buen ambiente en la UC que ahora intentará amarrar su otro objetivo.
Tres puntos que pueden marcar diferencia. El arranque del torneo nacional tenía complicados estrenos para los tres equipos grandes de nuestro fútbol, y en el caso de la Universidad Católica, visitar a O'Higgins en Rancagua era el primer examen.
Por ello, el ajustado pero válido triunfo por la cuenta mínima fue un bálsamo para el plantel cruzado, que ahora centrará sus energías en recibir este miércoles a Coquimbo Unido.
Los cruzados derrotaron la semana pasada a los piratas por 4-2, pero el resultado está lejos de tener tranquilos a los valores de la UC.
"No debemos guardarnos nada y hay que amarrar la clasificación en San Carlos" fueron las declaraciones de Cristián Álvarez, una vez terminado el duelo en Rancagua y el técnico Martín Lasarte tendría presupuestado poner lo mejor para la revancha.
Los cruzados volvieron a trabajar la tarde de ayer delineando lo que será el partido con los nortinos (mañana a las 20 horas), y el que podría sumar una nueva oportunidad es Álvaro Ramos, ya que la idea no es sobre exigir a Carlos Bueno.
Sobre la posible llegada de Carlos Villanueva, el club no haría un mayor esfuerzo por el alto costo de su préstamo. "Creo que hoy estamos más lejos que hace unos días", dijo al respecto Martín Lasarte.
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